Durante la actual pandemia de COVID se ha visualizado la diferente respuesta inmunológica entre hombres y mujeres y entre jóvenes y ancianos.
Conocemos el papel que las hormonas tienen en la regulación del funcionamiento de muchos tipos de células del sistema inmune. Así mismo, conocemos el concepto de inmunosenescencia pero, hoy en día se habla de Autoinflamming, Macrof-aging, etc... expresiones que intentan definir situaciones que observamos en el comportamiento de la inmunidad que conlleva respuestas inadecuadas y ponen en riesgo la salud.
La salud está en nuestras manos, mantener la homeostasis de la inmunidad, es decir, mantener el equilibrio entre actividad o respuesta y la tolerancia inmunológica depende de la interacción entre los factores personales y los factores ambientales. Pero, en determinadas circunstancias, precisamos de interaccionar directamente con la inmunidad para ayudar a corregir aquellas situaciones que nos pueden llevar a enfermedades graves como, por ejemplo, la inflamación silente o subclínica como base de una enfermedad metabólica, enfermedades autoinmunes y cáncer.
El uso de moléculas inmunocompetentes a dosis bajas como es Microinmunoterapia nos brinda la oportunidad de incidir directamente en el foco del problema, es decir la inmunidad, en busca de la homeostasis de la misma y contribuir al mantenimiento de la salud o minimizar el impacto de enfermedades.
[ Resumen de la ponencia de la Doctora Rigau en el XIX Congreso de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad celebrado el día 1 y 2 de octubre de 2021 en Madrid]
50% Complete
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.